domingo, 14 de enero de 2018

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“RECONCILIACIÓN”

POV SUNGGYU

Me adentre a mi habitación, pensando en lo que había hecho, le había pegado a WooHyun y es lo que menos quería, pero estaba diciendo puras estupideces, ¿Cómo podía desearle la muerte a alguien de aquella manera? Sí, estoy de acuerdo que no merece su perdón, pero que desea que se muera era lo menos que podía tolerar, me quite mi saco con brusquedad, tenía que tranquilizarme y pensar en cómo disculparme con él. Comencé a desvestirme llegando aquellos recuerdos que deseaba borrar y no volver a recordar. Aquellos meses en que estuve en el hospital, cuidándola a ella, a la persona que me había dado a luz, me deje caer en la cama y sentir como mis lágrimas comenzaban a salir.
Tenía solo 7 años cuando mi madre le habían diagnosticado Cáncer, aquellos meses habían sido tan duros para ella pero aun así se mantenía sonriendo, y yo me mantenía en hacerle sonreír, por que no quería verla triste, papa siempre llegaba tarde a casa, diciendo que trabajaba, pero lo cierto era que tenía una familia. Él se lo había comentado en una discusión a mi madre, enfermando de repente al saber el motivo de por qué nos había cambiado.
Mi padre nos había abandonado por que mi madre tenía cáncer, diciendo que no sabía cuánto tiempo estaría a su lado y era mejor seguir con alguien sano, alguien que estuviera con él. Eso había provocado que me molestara y me negara a irme a vivir con ellos.  Siendo adoptado a los pocos días de su muerte por mi ahora madre, la hermana de mi madre.
 Era adoptado
Ella había llegado el día en que mi madre había muerto, susurrando entre llanto que ella me cuidaría, mirando por primera vez a MyungSoo, tenía 2 años de edad, volviéndose inseparable de mi al mirarme ahí sentado al lado del cuerpo de mi madre, recibiendo los lamentos por todas las personas que la conocían. Cuando él apareció susurrando que lo sentía, ese lo siento era mentiras, negándome a irme con él, de la persona que más de una vez le susurraba a mi madre que la amaba, que siempre estaría con ella.
“Era mejor que se muriera”
Eso había dicho antes de irse, deseándole que le pasara lo mismo, que no fuera feliz con aquella familia, para mí, mi padre había muerto al irse de mi lado, para mis 9 años, él había pasado por lo mismo que mi madre, lo única diferencia era que ella si se había quedado con él, había estado para él en las buenas y en las malas. Me negaba a ir a verle, mi madre me rogaba que fuera, pero jamás lo hice ¿lo merecía? Aun me sigo preguntando aquello, no sentía ningún mordimiento al pensar que él quería disculparse, él había muerto desde que había abandonado a mi madre.
Aquellos recuerdos son los que querían olvidar, tenía que disculparme con Hyunnie, no medí mis actos y no debí de pegarle, pero aún me rondaban esas palabras de mis padres  y que él las mencionara me había provocado actuar de aquella manera. No sé cuánto tiempo había pasado, pero me había quedado dormido, arrugue mi nariz al sentir comenzó en ella, sintiendo de poco a poco como el sueño iba desapareciendo, mi cuerpo se encontraba caliente, sintiendo como se removían entre mis brazos.
De seguro era Myung,  me aferre más a mi cuerpo, llegando aquel olor que reconocía, abrí de poco mis ojos la ver aquella cabellera castaña, mirando a un lado donde se encontraba la cama de MyungSoo que estaba ocupada por  mi hermano, baje un poco mi vista para mirar de quien se trataba, mi su rostro tan tranquilo, mirando aquella mejilla roja, sintiéndome mal por lo que había ocasionado. Aquel rastro de lágrimas secas en sus mejillas, acaricie la zona roja de su mejilla. Viendo cómo se removía y abría de poco sus ojos, me dedico una leve sonrisa y volvió a ocultar su rostro en mi cuello.
     Lo lamento tanto — dije con tristeza, aferrándome a su cuerpo, sintiendo como suspiraba —
     Lamento lo de tu mama, no quería decir esas cosas — sentí su cuerpo tensarse — yo… iré con mi madre — levanto su rostro, sus ojos brillantes, negué para atrapar sus labios—
     No te obligare a algo que no quieras, se el daño que te ha provocado — acaricie su rostro — voy a respetar tu decisión, lamento mucho por el golpe — susurre despacio, mirando como Myung se acomodaba en la cama —
Le Miré negar y dedicarme una de sus hermosas sonrisas, susurrando que tenía compensarlo ya mañana pensaría como, volví acurrucarme con su cuerpo y volver a dormir. Para la mañana siguiente,  nos encontrábamos solos en su habitación, habíamos decidido en ver una película que se convirtió en guerra de almohadas, deteniéndome al no poder más al reírme porque sus lindos puchero.
     Deja de reírte — inflo sus mejillas — aun me debes por aquel golpe — lo Miré cruzarse de brazos —
     Bueno, pégame — mostré mi mejilla — me merezco también, por tocarte — Miré su rostro sonriente —
     ¿seguro? — pregunto, mientras se acomodaba a mi lado —
     Si, pégame — cerré mis ojos para escucharle reír —
     Bueno —
Abrí un ojo para mirarle levantar la mano y comenzar a contar, volví a cerrarla cuando Miré como se acercaba a mi mejilla, pero no llego el golpe, si no que había sentido unos labios atrapando mi boca, todo su cuerpo encima de mí, mis manos se aferraron aquella cintura y despegarme un poco de él, al no comprender aquello.
     Quiero otra cosa — comento sonriente, sintiendo como sus caderas comenzaron a moverse en mi miembro, mordí mi labio al sentir su trasero restregarse —
     Hyunnie — jade al sentir como aumentaba sus movimientos y comenzaba a succionar mi cuello— no creo que debamos — comente, tratando de levantarme —
     Solo relájate — susurro, mientras sus manos se introducía por debajo de mi camisa —
     En verdad Hyunnie… ¡Ah! — jade al sentir como apretaba uno de mi pezón — podemos hacerle daño a nuestro bebe —
Lo Miré separarse y mirarme con el ceño fruncido,  me incorpore para verle tomarme de los brazos y volver a acostarme.
     No, aun debes pagar por mi golpe — negué tratando de zafarme, odiándome por la fuerza que tenía, mirándome con molestia — KIM SUNG KYU, vamos hacer el amor, así tenga que amarrarte —
Detuve mis movimientos por aquel comentario, mirando sus ojos brillantes.
     No te atreves —
Sonreí al saber que no lo haría, no iba a poder hacerlo, podía detenerlo. Y escapar de su agarre, él no se atrevería amarrarme, simplemente no iba a poder.
~*~
     Hyunnie, más rápido — comente con suplica, le Miré asentir y ver como sus manos se posaban en mi pecho para ayudarse a subir y a bajar —
     ¡Ah! —
Le Miré arquear, siguió aumentando sus movimientos. Viniendo a los segundos y yo venirme en su interior, soltando ambos un gemido al llegar al orgasmo. Sintiendo como se acomodaba en mi pecho, su respiración alterada, nuestros cuerpos pegajosos que para nada me molestaba, hice mi cabeza para atrás, tratando de tranquilizar mi respiración.
     Hyunnie — susurre una vez que tranquilice mi respiración —
     Si hyung — levanto un poco su rostro y acariciaba mi mejilla—
     Bueno, ¿ya me soltaras? — pregunte mientras realizaba un puchero—
     Oh, si —
Dijo sonriente, mientras quitaba aquellos cordones, que no sabía de donde los había sacado, pero sabía cómo hipnotizarme para poder amarrarme, lo sentí levantarse y ver como se liberaba mi miembro y se acomodaba a mi lado.
     Ahora sí, te he perdonado — comento besando mis labios y acomodarse en mi pecho —

Negué con una sonrisa y me aferre a su cuerpo,  sus hormonas pronto desaparecerían eso es lo que la doctora me había dicho. No esperaba ya la hora de poder ver a nuestro pequeño o pequeña. Y tenerla por fin en mis brazos.

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